1921 RR Silver Ghost Limousine
En la colección desde 1998, en la lista de propietarios de esta limusina figura uno tan ilustre como Edward John Barrington Douglas-Scott-Montagu, tercer Barón de Montagu de Beaulieu, un aristócrata y político conservador británico conocido por haber fundado el National Motor Museum en el Palacio de Beaulieu en Hampshire en 1952. Su nombre está íntimamente ligado a la marca Rolls-Royce ya que su padre fue el que encargó la primera estatuilla del “Espíritu del Éxtasis” para coronar el radiador de su Silver Ghost.
Desde mediados de los sesenta este ejemplar formó parte de la colección del empresario y pionero californiano William Fisk Harrah, fundador de los Hoteles y Casinos Harrah y creador del museo de su mismo nombre en Reno, Nevada, hoy desaparecido.
Este ejemplar es un fiel exponente del refinado trabajo del fabricante Barker, situado en la élite de los carroceros. Presenta un techo alto y se distribuye en tres hileras de ventanas, las traseras más estrechas. con cortinas, que aportan gran luminosidad, a la que contribuye un techo solar. La parrilla de la parte trasera soporta un gran baúl portaequipajes bajo el cual lucen los focos de posición. El radiador es de panal de abeja y el parabrisas abatible facilita la ventilación y la visibilidad en caso de lluvia.
El color granate del cuerpo y negro de las aletas y techo combina con la tapicería color marfil del gran sofá trasero y de la moqueta. Cuenta con un revistero, dos asientos plegables y mueble bar. Se halla separado del espacio del chofer, tapizado como el espacio de los pasajeros, por una mampara de cristales correderos mientras que una trompetilla facilita la comunicación.
Bajo el capó se oculta un motor de seis cilindros en línea de 7428 cc y 60 hp. Cuenta con frenos de tambor únicamente en las ruedas traseras y con una caja de cambios de cuatro velocidades, con embrague cónico.
El inusual nivel de calidad y tecnología que el Silver Ghost presentaba desde su aparición en 1906 es fruto de la inventiva de Henry Royce, que supervisó todo el proceso de fabricación del nuevo modelo. A diferencia de los coches de la época, los motores por él diseñados resolvían eficazmente el exceso de ruido o de vibraciones y permitían una placentera conducción. La firma Rolls-Royce llevó asimismo al mayor grado de excelencia el diseño y construcción de los chasis, a manos de artesanos capaces de crear todo tipo de exquisiteces y detalles funcionales que conferían al coche el carácter de único.
- Chasis: 82AG
- Carrocería: Barker & Co
- Motor: L6 / 7.428cc / 60hp
- Producción: 6.173 uds
- Período: 1906-1925