El pasado 24 de junio tuvimos el honor de participar en la octava edición de Autobello en la finca Casa de Mónico del distrito de Aravaca en Madrid. No pudimos negarnos a la invitación de Emilio Olivares, organizador del evento y director de la revista Car España y Señor Marqués, para participar con el Lamborghini Countach LP500 S y el Peugeot Baby de 1903 de la Colección Miguel de la Vía, de Torre Loizaga, en el que es considerado como el mejor certamen de coches de lujo, superdeportivos y clásicos que se celebra en España.
El espacio que nos reservaron era insuperable, el Countach escoltado por los modelos Huracán y Aventador junto a toda la batería de coches que Lamborghini Madrid y demás propietarios aportaron a la exhibición. Allí Borja y Raúl, del departamento de ventas y marketing de la firma del “Toro Embestidor” nos ilustraron sobre el diseño del último modelo de la marca, el Aventador SV, su deportivo más radical que sin embargo, comparte muchos rasgos con el Countach como el espectacular diseño, la baja estatura y las mismas aristas pero menos afiladas. Y es que 30 años no son nada…
El Lamborghini Countach nació como prototipo en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1971 y llevaría tres años a su diseñador, Marcello Gandini, lanzarlo al mercado. Comparte con su antecesor, el Miura, el motor central pero en posición longitudinal y al igual que aquél, fue concebido para impactar. La configuración de las puertas de tijera o “coleóptero” patentadas por Lamborghini, la línea baja angulosa y afilada en forma de cuña o los característicos faros escamoteables le conferían una estética futurista alejada del resto de las marcas. El mismo nombre responde a una exclamación de asombro, en lengua piamontesa, proferida por el diseñador Bertone, que rompe con la tradición de bautizar a los coches con nombres ligados a la tauromaquia.
El Lamborghini Countach está considerado como uno de los grandes superdeportivos de la historia y es muy valorado por los amantes de la marca lo que no dejaron de tener en cuenta los jueces al otorgar un trofeo a nuestro vehículo. Sin olvidar a nuestro centenario Peugeot Baby, también merecedor de un premio.
Lamborghini Countach 5000S de 1982
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