La Torre de Loizaga-Colección Miguel de la Vía ha estado presente en el Salón de referencia del coche clásico de París, que ha festejado su 40 aniversario con una exposición y posterior subasta de coches que difícilmente vuelva a reproducirse ya que estamos hablando de un tesoro que ha permanecido escondido durante más de cincuenta años en un granero en la heredad de Château Gaillard en Deux Sèvres, al oeste de Francia. La que ha sido bautizada como “la colección del siglo” albergaba en hangares un centenar de automóviles en su mayoría oxidados que dormían bajo pilas de papeles
Entre ellos se encontraban deportivos como un Ferrari 250 GT Spider que perteneció a Alain Delon y Jane Fonda, joyas de la edad de oro de la carrocería francesa como un extravagante Talbot Lago de 1949 perteneciente al rey Farouk de Egipto y piezas históricas como Delage, Delahaye, Voisin, Facel Vega, Porsche, Maseratti o Hispano-Suiza, de las cuales un total de 59 han sido subastadas por la casa francesa Artcurial durante la celebración del Salón Rétromobile
¿Qué historia esconden a su vez estos excepcionales vehículos? Un nombre: Roger Baillon, propietario de una imponente flota de camiones que junto a su hijo Jacques llegaron a acumular más de doscientos coches antiguos salvándolos de un más que probable destino como chatarra. Ante los reveses del negocio, en los años 70 y 80 subastaron más de un centenar de piezas de la colección por orden judicial dejando el resto abandonadas en unas granjas que todo el mundo creía vacías, ignorando los herederos el valor que un cúmulo de chapas donde anidaban los animales e invadía la naturaleza podría alcanzar en el mercado
La predilección por las marcas francesas no impidió que padre e hijo adquiriesen uno de los 36 modelos de Ferrari 250 GT SWB California Spider, subastado por la exorbitante cantidad de más de 14 millones de euros, seguido de lejos por uno de los tres ejemplares existentes del modelo Maserati A6G 2000 Gran Sport Berlinetta Frua que “sólo” alcanzó los dos millones. Les siguen dos Talbot Lago Saoutchick de 1949 carrozados por Saoutchick que superaron los dos millones
Esta transmutación del óxido en oro ha reportado a los herederos un total de 25,5 millones de euros que, sin embargo, ha sido menos de los esperado. El mal estado de estas reliquias prueba que estas piezas únicas no sólo no se devalúan sino que, una vez llevados a cabo los trabajos de restauración, recobrarán todo su valor y se harán acreedores de trofeos en los Concursos de Elegancia. La Federación Francesa de Coches de Época calcula que más de medio millón de ejemplares repartidos por el país podrían pertenecer a la categoría de coche de colección, lo que incita a pensar que muchos de nuestros vecinos estén haciendo inventario de todos los posibles graneros y hangares familiares susceptibles de llevar aparejados un legado digno del mejor alquimista
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