Un recinto ferial de 50.000 metros cuadrados dedicados a la exposición y venta, el mercado de piezas, las competiciones en circuitos y los stands de grandes clubes, más de 200 expositores en tres pabellones conectados entre sí y tres días de actividades variadas han dado como resultado un incremento de visitantes de un 10 por ciento con una entrada global de casi 38.000 asistentes provenientes de las provincias limítrofes y con numerosa presencia de la afición francesa, atraídos por la publicidad que la organización realiza en medios franceses. En el stand en la feria, se exhibieron cuatro Rolls-Royce de la Colección Miguel de la Vía de una antigüedad cercana a los ochenta años. Fue también el momento elegido para desvelar las próximas fechas de celebración del Salón High Motors 2017.
Stant Retro Clásica 2016
Rolls-Royce 20 HP Doctor’s Coupé de 1926
Rolls-Royce Silver Ghost Limousine 1924
Rolls-Royce Silver Ghost Limousine Barker 1921
Rolls-Royce 20/25 HP 1934
Este año figuraba como muestra destacada cuatro Lancia Delta HF Integrale Evoluzione 1, en un stand homenaje por su 25 aniversario, además de una versión edición especial Martini 5. La colección de Alberto Lerchundi volvió a atraer la atención con un Seat 600 Caba, que ha estado 30 años parado y del que sólo existen dos ejemplares, un Hispano Alemán Mallorca, un Lotus Elan y un espectacular Fiat 1500 Cabriolet, diseñado por Pininfarina y ganador del Rally Viena-Bilbao para clásicos. Como cada año acudió la Asociación de Turismo de las Encartaciones, Enkartur, con un imponente Austin Healey 100 y un vehículo comercial de Chevrolet, entre otros.
Lancia
Seat 600
Austin Healey. Enkartur
Stand de minicoches
Mustang
Entre las motos sobresalía el stand de Vespa en su 70 aniversario con modelos representativos de cada década desde los años cincuenta, junto a paneles explicativos y otros detalles. Destacaba una Vespa 125 N de 1951, de faro bajo, matrícula de Bilbao y una Vespa 150 Side-Car, un modelo extremadamente raro y exclusivo que cuenta con un asiento lateral de chapa de acero. No faltó a la cita la colección de 20 motos clásicas de trial seleccionadas por el club Plentziaclassic, con ejemplares como una BSA de 1963, Honda TLR, Ossa MAR, Bultaco Sherpa, Montesa Cota, Merlín, BPS, SWM, Mecatecno, Italjet, Garelli, JCM Vega, Aprilia. La muestra se vio completada por el prototipo JJ Cobas Bultaco de trial, cedida por los Hermanos Lozano, coleccionistas de Bultaco y de otras marcas de motos de campo nacionales.
La Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao montó un puesto en la primera zona donde puso un mostrador con varios artículos de venta (libros, billetes. lotería…), formularios para rellenar la inscripción por si hubiese interesados, entre otros. Dentro del recinto estaban el Bilbobus 1884 del Museo Vasco del Ferrocarril y el Azulito, un microbús de 1972 que realizaba servicios en Bilbao. Rodeando a los autobuses había un tren de 5 pulgadas, usado en todo tipo de eventos y para todos los públicos. Es de destacar la labor realizada por esta Asociación presidida por Kepa Elejoste para « mantener en orden de marcha material histórico ferroviario, para poder, en último término, conseguir un Museo Vivo del Ferrocarril ».
ACE, Torre Loizaga y AAFB en el mismo tren
Con gran éxito de público se saldó el espectáculo del IV Motorshow, con 60 pilotos participantes entre los que destacaban Andrés Vilariño o su hermana Ángela Vilariño, así como Joseba Iraola, que formaron parte de una exhibición. La prueba del sábado arrojó como campeón a José Antonio Insausti (Opel Kadett GSI), subcampeón a Xavier Pujana (Ford Fiesta 1600) y tercero fue Aitor Carrocera (BMW E30). El domingo el ganador fue Ander Arana (309 GTI), subcampeón fue Txus Jaio (BMW E30) y tercero, Jorge González Salinas (BMW E36), ofreciendo todo ellos un magnífico espectáculo, seguido por miles de espectadores desde las gradas.
El éxito del certamen ferial también se ha medido por el aparcamiento, que ha estado siempre a muy alto nivel, con presencia de destacados vehículos, y cuyo broche en la mañana del domingo lo pusieron la treintena de coches Volkswagen de la ‘quedada aircooled’. Desde este aparcamiento salieron el domingo una docena de grandes deportivos como Lotus, Porsche o BMW pertenecientes al Club Asa d’Aquitaine, que no desaprovecharon la ocasión para volver a visitar el Museo de Coches Clásicos de Torre Loizaga en Galdames.
De Tomaso Mangusta en el parking
Visita del Club Asa Aquitaine
Otro evento del motor ya está en marcha en Torre Loizaga. La segunda edición del Salón High Motors abrirá sus puertas del 29 de septiembre al 1 de octubre de 2017 con ánimo de sorprender a los aficionados en lo que promete ser un festival del motor a la altura que merece la Colección Miguel de la Vía.
